lunes, 1 de octubre de 2007

¿Solo de recopilaciones vive el hombre?


Revisando Hipersónica, me entero de que Whitney Houston prepara un nuevo disco. Hace poco hablamos de que The libertines se refritan a si mismo. Los BeeGees han puesto a la venta un nuevo doble compacto de éxitos. Héroes del Silencio reeditan sus singles. Etc, etc...

Además este año, han vuelto (como se suele decir: solo por la pasta) entre otros: Led Zeppelin, Sex Pistols, Jesus and Mary Chain, The Police...

Y claro, ¿que pasa?: Que todos nos volvemos locos, muy locos, incluso tremendamente locos (ojo, yo el primero que se muere en deseos por ir a algun concierto de estos)

Pero, ¿que le pasa a la industria con los nuevos talentos? ¿Que pasa con los artistas que deberian estar promocionandose ahora para que dentro de veinte años puedan refritarlos? ¿Se ha acabado ya la Historia de la Musica? Porque hay una cosa que esta clara, nadie llama a una exnovia si su actual pareja le deja muerto en la cama.

¿Como piensa la industria discográfica salvar su, segun ellos, lamentable situacion sacando y sacando recopilaciones que no aportan nada al común de los mortales? Porque, seamos serios, estas recopilaciones se lanzan dirigidas a:

  1. Jovenes:
    • Porque han oido hablar del grupo, pero no han escuchado de el casi nada. Estos suelen ser los recopilatorios de grandes leyendas del rock, normalmente de los 60-70. No conozco a (casi) ningun joven que se lance a comprar el disco de Armando Manzanero.
    • Porque es un grupillo de moda que ha lanzado dos o tres discos que se han vendido, y la discográfica prefiere quemarlos antes de que se pierdan en el tiempo
  2. Ya avanzados en edad:
    • Les trae recuerdos de cuando eran jovenes y tenian mas pelo. Vease aqui las reediciones de "Los Brincos", "El Duo Dinámico"...
    • Les hace sentirse "en la onda" encender la radio y saberse de memoria todas las canciones. Vease aqui: Kiss Fm.
    • Si antes les gustaba el artista, es natural que les guste el disco recopilatorio.
Y todo funciona muy bien, hasta principios de los años 2000. La industria tiene el control de la situacion. Ella elige los cantantes. Ella paga a las radios para que pongan a sus cantantes. El oyente medio, al no disponer de otro lugar para escuchar musica nueva que la radio acaba comprando discos de "copy and paste", de formulas pop preparadas para 10 escuchas y ser desechadas. El gran hermano musical está contento.

Y hete aqui, que de repente la eterna y fiel novia que habia sido la oreja del oyente descubre que tras una conexión a Internet hay mucha (muchisima) música lista para ser escuchada. Que hay canciones realmente dulces, que la industria discográfica les habia vetado, grupos realmente buenos, que no hay podido escuchar por no ser comerciales, y una variedad de estilos que cualquiera hubiese dicho hace 8 años escuchando Los40. De repente, de la noche a la mañana, la situacion cambia, y el mercado de las discograficas llamadas independientes y de sus artistas se extiende hacia todo el globo.

Y la industria ve como, la que habia sido su amante, se quita el velo y empieza a quedar con artistas que el no habia escuchado nunca. A interesarse por temas que la industria no sabe seguir. La industria se muerde el labio y blasfema contra todo. La llama pirata, le roba el dinero en cuanto tiene la menor oportunidad, le bombardea con anuncios en el cine. Mirame le dice, vuelve a hacerme caso.

Y sentada en su sofa. La industria busca en su agenda, suspira y marca.

A veces las exnovias siguen dandonos cariño y dinero.

No hay comentarios: